RETRATO DE UNA MUJER EN LLAMAS

RETRATO DE UNA MUJER EN LLAMAS

Estrella del Universo LGBT

Retrato de una mujer en llamas (Céline Sciamma, 2019), es una de las películas más extraordinarias que he visto en los últimos tiempos.

La película fue seleccionada para competir por la Palma de Oro en el festival de Cannes de 2019 y finalmente ganó el premio al Mejor Guión original en el mismo festival.

Ambientada en Francia a finales del siglo XVIII, la cinta narra el romance prohibido entre Héloïse -una joven aristócrata casadera- y Marianne, una artista a la cual la madre de Héloïse le encarga que realice el retrato de su hija. 

El propósito del retrato es ofrecérselo como presente a un pretendiente y potencial marido de Héloïse que vive en Milán. ¿Cómo sino podría él conocer su rostro y dar el visto bueno al enlace?

En un acto de rebeldía, Héloïse se niega a ser retratada por nadie ya que no desea casarse, así que el pintor que lo ha intentado con anterioridad ha fracasado en el intento y ha acabado desistiendo. Por ese motivo, Marianne tendrá que cumplir la misión que le ha sido encomendada ocultando al inicio su propósito para, posteriormente, rendirse a la evidencia de los sentimientos que se despiertan entre ambas. 

En definitiva, es la historia de un affair tan imposible de reprimir en el corto plazo como de expandirlo en el largo.

La película está rodada con tanta precisión, elegancia y delicadeza; los paisajes y localizaciones son tan oníricos y las actrices están tan inmensas en sus papeles, que a nadie defraudará su visionado. 

A mí, simplemente, me entusiasmó.