La chica del mar (Astronave, Norma Editorial) de Molly Knox Ostertag es una preciosa novela gráfica, una fábula moderna con ecos de tradición, que habla sobre la vivencia del primer amor, el respeto por uno mismo y la aceptación firme del porvenir para trascender cualquier limitación.
Morgan tiene 16 años y vive en la pacífica isla de Wilneff (Nueva Escocia, Canadá) con su hermano y su madre. Tiene grandes amigas con las que comparte las dinámicas propias de las quinceañeras, pero guarda un secreto que no ha sabido contarles aún: a Morgan le gustan las chicas.
Tras sufrir un accidente en los acantilados de la isla y precipitarse al mar, Keltie, -una osada y alegre selkie-, la salvará de morir ahogada, literal y metafóricamente hablando. Será su primera historia de amor.
Las selkies (“gente de las focas”) son seres mitológicos con el poder de transformismo, cambiando de forma de foca a humano al mudar su piel. Se encuentran en cuentos populares y mitología originarios de las islas del Norte de Escocia.
La aparición de Keltie trastoca los planes de Morgan en muchos sentidos y le enseñará a encarar lo inesperado, a aceptar los secretos ajenos, a renunciar cuando es necesario hacerlo y a ser paciente sin melancolía.
Molly Knox Ostertag crea unos personajes entrañables, los dota de una gracia y expresividad encantadoras que convierten La chica del mar en un cuento lleno de delicadeza y magia.