CASAS

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Universo Casas

Una casa es más que cuatro paredes que delimitan estancias. Una casa es un espacio y un tiempo que respira y palpita. Que tiene su propio estado anímico, impregnado y mimetizado con el de sus habitantes, presentes y ancestrales.

Los ecos de las emociones contenidas, de los afectos gestados, de los secretos desvelados, de las dichas y las desdichas experimentadas, de las risas y los gritos desatados, permanecen suspendidos, como espectros. Con toda probabilidad esas energías se conservan y se superponen en el espacio-tiempo. ¿Podrían llegar a converger y colapsar?

Mi paradigma de casa ha sido y será siempre la casa recia y castellana de mi familia materna. La han habitado varias generaciones, está llena de desvanes en penumbra, alcobas con visillos y camas ornamentales y arcones que contienen objetos vetustos. En las cómodas, de madera noble, reposan retratos amarillentos y en las paredes de los dormitorios se exponen cuadros de cariz religioso.

El largo pasillo de la planta baja se hace eterno si se recorre de noche para ir al baño; quizás por eso antaño los durmientes recurrían a los orinales: para soslayar una galería que amedrenta. Tan solo el tic-tac, el pálpito melodioso del viejo reloj de pared del salón, interfiere en el silencio.

Siempre he tenido la sensación de que la casa está viva, de que los objetos sigilosos no hablan porque son mudos, no porque no quieran hablar. Quizás nos observan, comparan los rostros y sentires de las distintas generaciones y sienten nostalgia por algunas de aquellas con las que cohabitaron. ¿Esperan algo de nosotros? ¿una reacción a su silencio? Quizás quieren avisarnos, susurrarnos alguna revelación que solo ellos conocen.

Las casas van con nosotros, como muestran las películas Up de Pixar o El castillo ambulante del director Hayao Miyazaki y, lo que es más relevante, una parte de nosotros permanece siempre en las casas que hemos habitado. Una parte de esas casas somos nosotros mismos. Existimos en íntima cohabitación; un tándem indisoluble, que Lorca referenció en su bellísimo Romance sonámbulo: “porque yo ya no soy yo / ni mi casa es ya mi casa”

En este universo pretendo que abras las puertas de casas muy distintas y pases a formar parte de ellas… y ellas de ti.