LOS ÁRBOLES TE ENSEÑARÁN A VER EL BOSQUE

LOS ÁRBOLES TE ENSEÑARÁN A VER EL BOSQUE

Estrella del Universo Bosques

Es imposible leer esta profunda obra de Joaquín Araujo y no amar todavía más el bosque y los árboles que lo conforman. Los árboles, que llevan más de cuatro millones de siglos en nuestro planeta azul, que estaban aquí mucho antes que nosotros. Araujo ha dedicado su vida al naturalismo y activismo en pro del cuidado y conservación de los bosques, ¡ha plantado más de 25.000 árboles! y hace años que vive feliz y emboscado (“me embosco para encontrarme, para estar conmigo, para saber algo de mí mismo”). Nadie mejor que él para proclamar a los cuatro vientos esta declaración de amor a la natura.

Las páginas de Los árboles te enseñarán a ver el bosque caen ante nuestros ojos como las hojas de un árbol noble. Cada una de ellas contiene una revelación, - científica, artística, o espiritual-, sobre lo que es un árbol y sobre su forma de estar en el mundo. Todo ello salpicado de versos y aforismos de grandes nombres de la historia que giran en torno a los bosques y a las emociones que provocan: a lo que son y a lo que, discretamente, hacen por todos nosotros. Los árboles son sinónimo de vida (“sus suspiros son nuestro aliento”); no en vano el poeta portugués Fernando Pessoa escribió “El verde los árboles es parte del rojo de mi sangre” y el escritor francés Christian Bobin “Me gusta apoyar la mano en el tronco de un árbol, no para asegurarme de su existencia, sino de la mía”.

El árbol es agua y luz en expansión; movimiento parsimonioso; alimento y fuente de vida. Benefactor. Pero el árbol no está solo. Forma parte de una comunidad generosa y solidaria, de un ecosistema diverso y armónico ejemplar; “el sistema de sistemas” que es el bosque. El bosque, que teje alianzas, colaboraciones y consuelos, entre sus habitantes.

Y es precisamente ese enfoque, -que incluso llega a ser ético-, el que más me ha conmovido del libro. Los árboles y el bosque como ejemplo de otra forma de habitar el mundo. Una alternativa a nuestro individualismo y egocentrismo actual: vivir con calma, sobriedad, profundidad, sin acaparar ni extinguir, pactando, respetando, fomentando la auténtica amistad y amor entre los semejantes y los distintos.  “Para historia de amor la de las raíces y los suelos”