Los bosques siempre han ejercido sobre mí un tremendo magnetismo. Una fascinación que se conforma de emociones muchas veces contrapuestas: admiración, miedo, reserva, expectativa, paz, tranquilidad.
He tenido la fortuna de convivir con los bosques desde niña, tanto en el plano imaginario como en el plano tangible de la vida real.
Gracias a los cuentos que me leían mis abuelas, me adentraba en los bosques inhóspitos de Pulgarcito y Hansel y Gretel, donde los árboles tenían brazos alargados y rostros fantasmagóricos, que hacían muecas silenciosas. De ahí el miedo, la reserva.
Gracias a que he pasado muchísimos veranos en casas próximas a bosques frondosos, he podido jugar en ellos, construir cabañas, avistar corzos y jabalíes, escuchar la sinfonía de su fauna, contemplar los distintos matices de la luz y los colores más insospechados que se enmarañan en el corazón de la maleza. De ahí la admiración.
Gracias a mi búsqueda instintiva de lo invisible y a mis lecturas de la infancia sobre hadas, gnomos (y el inolvidable libro Bosque Mitago del británico Robert Holdstock, premio mundial de Fantasía en 1985), he recorrido los bosques abriéndome siempre a los planos más sutiles, convencida de que, tal vez, tras algún tronco, bajo la hojarasca, vería pasar veloz un pequeño gorro rojo puntiagudo, queriendo pasar inadvertido. De ahí la expectativa.
Y hoy en día, -en que la prescripción de “baños de bosque” está en el recetario de todo aquel que aspira a conectar consigo mismo-, trato de emboscarme siempre que tengo ocasión en la arboleda. Impregnarme del color y los sonidos del verde. Entonces el bosque se vuelve un ser de cabello, rostro y extremidades verdes, de alma verde, de sueño verde: abrazador y envolvente. De ahí la paz y la tranquilidad.
Lo escribió el poeta chileno Jorge Teiller: “El bosque se estremece soñando con los grandes animales que lo recorrían. El bosque cierra sus párpados y me encierra”
Y a ti ¿te gustan los bosques tanto como a mí? En este universo encontrarás rutas para adentrarte y perderte conmigo en la espesura.