Volverán las oscuras golondrinas de Gustavo Adolfo Béquer (incluido en sus Rimas) es uno de mis poemas de amor favoritos de todos los tiempos.
El pasado 13 de agosto alguien lo recitó de nuevo en el evento “Poesía junto al río 2022” de Muriel Viejo, Soria. Lloré al escucharlo de nuevo aquella tarde, junto al río y el viejo lavadero del pueblo, mientras el agua, el puente, los chopos y los oyentes, atendían ensimismados a los versos.
Nadie ha expresado mejor lo rotundo, lo que a veces cambia y lo que nunca cambia. Ese “desengáñate” que lo dice todo.
Volverán las oscuras golondrinas
Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales,
jugando llamarán.
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres...,
¡ésas...no volverán!
Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.
Pero aquellas, cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día...
¡ésas...no volverán!
Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar,
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.
Pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido...; desengáñate,
¡así…no te querrán!