Leí El último encuentro (Salamandra) de Sándor Márai en los albores de mi juventud y me impactó profundamente. A esa edad, todo (también la amistad) se magnifica y parece estar apuntalado en el tabloide de la eternidad. Pero el libro abría una brecha; ahondaba en las raíces ocultas y los ríos subterráneos que sigilosamente discurren entre las relaciones personales, fuera del alcance obvio de nuestra mirada.
He releído la novela muchas veces y su lectura siempre es una estaca que genera una herida honda; capaz, no obstante, de regenerarse y sanarse a sí misma. Márai incide en las cosas que se ocultan, las que no se expresan durante largo tiempo, las que esperan respuesta pacientemente. Escribe una obra magistral sobre el encuentro con el destino, con la verdad, con la motivación de toda una vida.
El general y Konrad, -los protagonistas-, se conocieron en la infancia y forjaron una estrecha amistad, una hermandad que continuó a lo largo de la juventud y primera edad adulta.
“La amistad entre los dos muchachos era tan seria y tan callada como cualquier sentimiento importante que dura toda una vida”
Sin embargo, en un momento dado, algo sombrío se yergue ante ellos. Ocurre algo que trastoca sus vidas y los aleja fatalmente durante cuarenta y un años.
La novela da inicio cuando el general recibe la noticia: tras cuatro décadas sin verse, Konrad ha vuelto para hablar con él. Ambos llevan toda la vida preparándose para ese reencuentro, esa conversación pendiente.
—He venido porque quería volver a verte. ¿No te parce natural?
—No hay nada más natural — responde el general con delicadeza
En una cena íntima, entre ornamentos nobiliarios y candelabros de luz menguante, el general repasa los detalles del pasado, proyectando sus creencias y reflexiones; algunas sabias, otras efectistas, otras, meros mecanismos de defensa. Al fin tiene la oportunidad que lleva esperando desde hace décadas: formular las dos preguntas que desvelarán la verdad de lo acontecido años atrás.
“Ha llegado la noche en que no tiene sentido hablar de otra cosa que no sea la verdad, lo esencial, puesto que esta noche no tiene continuación” dice el general … En el que será el último encuentro entre ambos.