SOLO UNA BRISA SUSPIRARÁ

SOLO UNA BRISA SUSPIRARÁ

Estrella del Universo Ambiciones

La grandísima poetisa estadounidense Emily Dickinson escribió con una delicadeza increíble sobre la naturaleza y sus criaturas. Sobre lo extraordinario de lo cotidiano, del milagro de estar vivo.

La suya es la belleza de la no ambición. O quizás la no ambición que tiene la belleza fundamentada en la inocencia y el sigilo.

¿Quién de nosotros no es una pequeña y vulnerable rosa, como la de este poema de Dickinson, ante la eternidad?

 

 

Nadie conoce esta pequeña rosa.

Podría haber sido una peregrina

si no la hubiera cogido yo de los caminos

y te la hubiera ofrecido a ti.

 

Solo una abeja la echará de menos,

solo una mariposa,

apresurándose tras un largo viaje

para descansar en su regazo.

Solo un pájaro se preguntará dónde está.

Solo una brisa suspirará.

 

¡Ah, pequeña rosa, qué fácil,

para alguien como tú, morir!

 

*La traducción del poema original pertenece a Enrique Goicolea en la maravillosa edición ilustrada “El viento comenzó a mecer la hierba” de Nórdica libros.