ROJO Y NEGRO

ROJO Y NEGRO

Estrella del Universo Ambiciones

El final de Rojo y negro de Stendhal me causó gran impresión cuando leí la novela por primera vez, siendo una adolescente. Después la he releído en varias ocasiones, la última en la edición de Akal Clásicos de la Literatura. El impacto del final es siempre el mismo.

Estamos ante la historia de un ascenso social fulgurante y de un posterior descenso a los infiernos. Un clásico que podría enmarcarse en múltiples universos de mi web, pero me decanto por incluirlo en el universo Ambiciones por varios motivos.

En primer lugar porque su protagonista, el joven Julien Sorel, -hijo de una familia humilde de Verrières-, quiere prosperar y llegar a lo más alto en el escalafón social. En sus ensoñaciones alcanza la grandeza a través del éxito militar (el rojo) pero, en la vida práctica, ve factible hacerlo por la vía clerical (el negro). En  segundo lugar porque la palabra “ambición” se repite en incontables ocasiones a lo largo del texto e incluso hay un episodio que lleva por título “Un ambicioso”.

Julien se regodea en aspiraciones. Se compara, juzga a los demás y se juzga a sí mismo. Siente avidez, su mente no descansa nunca. Al adentrarnos en su corriente de pensamiento descubrimos sus pretensiones y la presión que ejerce sobre si mismo en todo momento.

Si algo me conmueve de Julien es el hecho de que, pese a sus estratagemas, pese a su vanidad y sus complejos, pese a su sentido del honor y del deber, no puede evitar sucumbir ante una fuerza poderosa que lo humaniza y subyuga: el amor que siente por dos mujeres, -la Señora de Renal y Mathilde de la Mole-, mujeres excepcionales cuyos afectos pueden conducirle (y, de facto, le conducirán) a un trágico destino.

Amores que también se gestan inicialmente como una ambición o un reto personal (“Me debo a mí mismo triunfar con esta mujer–continuaba la pequeña vanidad de Julien”) pero que acaban desembocando en una pasión desmedida que arrasa con todo y con todos.

Rojo y negro es además un gran fresco sobre la Francia post-napoleónica del siglo XIX, en el que Stendhal retrata con perspicacia el ambiente social, político, filosófico y moral de una época cuyas grandezas y miserias resultan eternas.

Inmensa.